martes, febrero 28, 2006

"CÓMO TRATAR AL EX".

El otro día recordaba cómo solucioné el problema con el ex de mi entonces enamorada de un modo algo particular.

Una noche de sábado, nosotros salíamos de una discoteca. Fue entonces que parado en la puerta esaba el ex de Jen, mi actual ex (un poco enredado el asunto, pero bueno), quien dijo que quería hablar un rato con ella. Al verlo suplicante, le dije a mi ex que vaya y converse con él y arregle lo que tenga que arreglar, pero que no se demore, y la iba a esperar a prudente distancia.

Pasan un par de minutos y de pronto escucho:

- "¡Déjame!"
- "¡No!, ¡tu eres mi mujer!"
- "¡Déjame ir!" ...
luego, en cuestión de un instante, veo claramente cómo el sujeto la golpeó de tal forma que la llevó a caerse sentada. Acto seguido la veo tirada en el suelo mientras su ex intentaba arrastrarla (y no creo que precisamente a su cueva...o tal vez sí).

Mientras sucedían aquellos vergonzosos e infortunados sucesos, dignos de los más trágicos culebrones venezolanos, decidí intervenir en el acto para detener la escenita que se estaba poniendo color hormiga. Voy hacia el auto y extraigo el bokken que siempre llevo conmigo para casos de contingencia en los que la única solución es la violencia.

- "Seguro me has dejado por él" , escuché exclamar al tipo, medio borracho y llorando a moco tendido, tanto así que mis ganas de reventarle la mitra y meterle el bokken por el orto aminoraron un poco al pensar en lo patético de su estado (y que quizá me manche de sangre la ropa), mientras otro "No tengo nada que hablar contigo, ¡déjame!" se dejaba oír mientras me acercaba a toda prisa.

- "Ya oíste a la señorita, ¡déjala ir en este momento!"
- "Tu...tu..... ¡ella es mi mujer!" , alcanzó a balbucear y la jaloneaba, mientras yo me acercaba amenazante.
- "Bueno, tú lo has pedido" , dije tranquilamente mientras le reventaba el bokken en la panza.

¡¡¡PFFFFF!!! se escuchó mientras el tipo se retorcía de dolor mientras seguía sujetando a Jen. Terco nos había salido el concha. Fue que atiné a descargarle otro certero golpe, esta vez en el brazo, que hizo que la soltara.

- "¡Conchatumadre, tú has arruinado mi vida!" gritaba sollozante en el suelo ... mientras yo miraba a Jen y le preguntaba si estaba bien, el tipo se quiso hacer el listo y sujetó el bokken con las dos manos, pretendiendo quitármelo.
- "¡Suelta eso, baboso!" le grité mientras el tipo intentó en vano golpearme en la cara, pero sus golpes fueron tan misios que en realidad ya no quería pegarle más... pero la situación obligó a que siga recibiendo su lección, fue entonces que atiné a meterle una patada en la 'genitalia' con una de mis botas.
- "¡Agghh!" , y el tipo cayó desplomado en el suelo retorciéndose.
- "Vámonos de acá, súbete al carro" , le dije a Jen mientras le abría la puerta. Y me aprestaba a subir cuando el tipo se levanta otra vez pero en esta ocasión, gente de un grupo que estaba chupando chelas al lado de su 4x4 lo agarraron mientras el tipo gritaba incoherencias. Mientras esto último, nos largamos de ahí.

Y bueno, esa fue la última vez que el tipo se nos apareció. Esa noche me convertí en héroe, garché, y encima me bajé a un marrón en el proceso.


Bokken.

-
Herr Hauptmann.

viernes, febrero 17, 2006

"LO QUE PASA POR NO QUERER ESCRIBIR"

De chibolo, yo tenía corona…

Debo explicarme al momento: yo estaba en el mismo colegio que Lizard y Dragon y la diferencia que había entre los mencionados y yo era que mi madre era (y sigue siendo) prácticamente la fundadora de mi colegio; lo cual me permitía hacer barrabasada y media y salir libre de toda mancha (algo así como salir directamente de la cárcel, pasar por “GO” y cobrar 200).

Y por ser quien era, tenía un montón de beneficios extras, entre los cuales estaba el no llevar cuaderno alguno de ningún curso. Y no los llevaba porque me exoneraron de ello o algo por el estilo, sino porque ME DOLÍA ESCRIBIR.

Al parecer, en primaria no aprendí muy bien a coger el lápiz (actualmente los cojo con 4 dedos) lo cual devino en un dolor de la gran siete cada vez que quiero escribir (a mano) más de 4 líneas (en papel A4 de 90 gramos). Gracias a Dios, ahora existen las computadoras y por fin me libré de del suplicio chino de escribir cualquier cojudez que tenga que hacer (o me manden hacerlo). Hasta el día de hoy sigo buscando al inventor del teclado para hacerle el amor, en forma de gratitud.



Yo en el colegio (o “cole”, como lo llaman las estúpidas que tienen añoranzas con los centros educativos de la niñez) sacaba muy buenas notas (de 18 para arriba en exámenes, prácticas y demás) pero en cuaderno me jalaban, haciendo que mi promedio baje al rango de 12 a 14. Ninguna profesora me exigió alguna vez cuaderno ya que sabían que yo aprendía muy bien los cursos (aparte de la influencia que ejercía la amistad de mi madre con las mencionadas), pero hubo una profesora que trató de ponerme en vereda: le decíamos “la Tota”…

La Tota es una señora, acercándose al grado de mamacha, que gozaba con un gusto alucinante para vestir: camisa morada con falda fucsia y zapatos verde palta, sazonando todo esto con unas buenas medias color marrón (color al que todos en este blog le tenemos aversión). Cada vez que me preguntaba por mi cuaderno, se ponía histérica al ver que no existía ninguno Bueno, la cuestión es que la Tota (que enseñaba el curso de física), al empezar cuarto de secundaria, me hizo una promesa que no olvidé en los 2 años que me restaban de colegio:

- “Elmo, te prometo que tu no te vas a graduar”

Y dicho lo anterior, empezó su labor de minado hacia mis notas. El primer bimestre saqué 07, el segundo saqué 09 y el tercero saqué 08. Cada vez que ella me veía, se reía maquinando quién sabe cuantas maldades necesarias para jalarme de año y hacerme pasar a vacacional. En los exámenes que ella me endilgaba, sacaba 18 a 20, pero sospecho que ella bajaba mis notas en el registro para poderme jalar. Estábamos ya en cuarto bimestre y necesitaba como mínimo un 20 para aprobar cuarto de secundaria, pero yo estaba tranquilo ya que tenía un as bajo la manga: La Feria de Ciencias tenía como premio un 20 bimestral al mejor trabajo de cada año. Resumiendo: ¿Adivinen quién lo ganó? ¡YO! Y encima, el trabajo era grupal, así que lo hice yo sólo y a cada uno de mi grupo (fuimos 6 en total) les cobré la módica suma de 50 nuevos soles (del año 1992) que en ese tiempo eran como 100 cada uno y salí beneficiado por ambos lados.

La Tota echaba chispas, su plan se frustró en ese año y esta vez era yo el que me reía al verla pasar, pero ella decidió sacar la artillería pesada: al año siguiente, cambió todas las reglas del juego. Ella, al ser jefa del área de ciencias, modificó los reglamentos para que el premio fuera de un 20 en nota mensual. Literalmente, me cagó.

Y al comenzar mi último año de secundaria, sentenció:

- “Elmo, tal vez habrás pasado cuarto, pero te jalaré en quinto y no te vas a graduar”

- “¿Sí? Bueno pues, ¡INTÉNTELO! Yo le aseguro que me voy a graduar”

Y empezó la misma jarana del año pasado: el primer bimestre tuve 06 y el segundo 07. Ya no tenía la feria de ciencias para salvarme el cuello, así que opté por una táctica más agresiva. Empezando el tercer bimestre, en una de sus tantas clases, la Tota me pidió mi cuaderno una vez más (como diciendo “¿ya ves lo que te pasa por no tener cuaderno?”) y yo le respondí una vez más que no tenía (soy camanejo, y no cejo). Bueno pues, la doña empezó a gritar con todo (para variar) delante de todo el salón y en ese momento decidí llevar a cabo mi plan de acción. Me paré de mi asiento como un huracán y delante de todo el salón le grité:

- “Ya estoy harto de usted. Me tiene hasta la coronilla. ¿Quiere gritar? Entonces me va a gritar, ¡¡pero delante de la directora!!”

Y salí del salón (metiendo un portazo de salida) con rumbo a las oficinas de la directora del colegio. Obviamente, la Tota me siguió a 2 metros de distancia (se retrasó porque mi actitud la dejó perpleja). Ni bien llegué a la oficina de la directora (la corona me permitía ingresar a cualquier área del colegio sin cita), le dije:

- “Sor Fanny (monja canonesa): Buenos días. Acabo de tener un serio problema con la profesora de física y en estos momentos ella vendrá a explicarle su punto de vista sobre el mismo.”

La directora se quedó perpleja, ya que no se esperaba una visita mía a esa hora del día y menos que le presentara un problema de un solo bocado. Y antes que la directora dijera “esta boca es mía” entro la Tota como una tromba (o trombón, depende de cómo se le mire) y empezó a vociferar como demente:

- “Sor Fanny: este niño me ha faltado el respeto, ¿como es posible que me azote la puerta del salón y que ni me haga caso? ¡Y encima es un pésimo alumno! ¡Exijo que se le suspenda del colegio de inmediato!”

- “Elmo, ¿qué ha pasado entre la maestra y tú?”

- “Sor Fanny: Si he salido de la forma en que lo hice del salón es porque ya me cansé de las artimañas que esta profesora ha usado contra mí. Desde el año pasado, esta profesora me ha prometido jalarme de su curso y no graduarme. El año pasado me salvé por la feria de ciencias, pero esto año ella cambió las reglas a propósito y ahora no me puedo escapar de las notas que me está poniendo. Su actitud es de las peores que he visto, y ella no merece el título de maestra, ella sólo es una profesora…”

- “Elmo, yo no te estoy desaprobando, tus notas te desaprueban: no estudias ni tienes cuaderno. ¿Y me acusas de desaprobarte por las puras? Encima eres un mocoso malcriado”

Y fue el momento preciso para meterle el balazo que estaba deseando desde principio de año.

- “Sor Fanny: Ella dice que mis notas son pésimas, y tiene toda la razón; pero mis notas son pésimas en lo que a presentación de cuaderno se refiere. Mis notas de exámenes son de 18 a 20, pero la profesora nos muestra los exámenes y se los queda. Pues bien, yo tengo copia de cada examen que he dado desde que empecé el curso de esta profesora y las tengo en mi mochila que está en mi salón. Ahorita mismo traigo todos los exámenes y verá que mis notas en el registro NO CUADRAN con las notas de mis exámenes. Y si yo estoy equivocado, entonces no me suspenda sino BÓTEME DEL COLEGIO”

La Tota se puso del color de la caca, ella no sabía que yo tenía acceso a la sala de profesores y que sabía que ella me bajaba las notas de 19 a 13; y tampoco sabía que yo tenía copia de todos los exámenes (cosa que en realidad no tenía, pero me la estaba jugando como en el póquer; además a mi nadie mi iba a botar del colegio debido a la corona).

La directora vió la cara que puso la Tota y se dio cuenta de todo. Lo único que me dijo fue:

- “Elmo, regresa a tu salón. Yo conversaré en este momento con la profesora”

Y regresé al salón riéndome.

No se que habrá pasado en la oficina de la directora, pero cuando volvió la Tota al salón no me miró para nada. Y desde ese día nunca más me dijo nada.

Aprobé el curso de física con un 14 y me gradué. Y el día de la graduación, después de terminada la ceremonia; los profesores y los alumnos conversaban y se abrazaban alegremente (algunos con lágrimas en los ojos, supongo que de alegría al pensar en no volver a soportar a tanto estúpido que uno conoce en la época colegial). Y alguien se acercó por detrás de la Tota y le tapó los ojos; ella se volteó diciendo:

- “Seguro que es mi alumna preferida, Silvia…”

Cuando volteó, se quedó muda y lívida al comprobar que no era Silvia sino yo. Y lo último que escucho de mí fue:

- “Te dije que me iba a graduar, y me gradué VIEJA CONCHATUMADRE”

Y me fuí para no volver. Lo malo es que nunca me corregí la postura para agarrar el lápiz y hasta ahora me duele cada vez que escribo...

Por eso llevo mi teclado a todas partes.

jueves, febrero 16, 2006

"FIESTA DE CUMPLEAÑOS"

Como habrán podido apreciar, tenemos un nuevo integrante en El Rincón del Lagarto: Mi amigo de la infancia, TopGun, y nos conocemos desde que tenemos tres años de edad.

Creo que la principal característica de ambos, es que juntos eramos dinamita; es decir, prácticamente tenemos el mismo carácter en materia de joder a los demás, los dos éramos campeones en sacarle canas verdes a nuestras respectivas madres, joder a nuestras hermanas, y hacerle la existencia a cuadritos a las empleadas, todo esto cada quien por su lado, así que, cuando nos juntábamos, ya que nuestras madres son como hermanas, era algo así como meter setecientos gramos de Uranio-238 en un licuadora, y nuestras pobres madres nos tenían que tratar como un frasco lleno de nitroglicerina.

Recuerdo que en un cumpleaños de Carelí (la hermana de TopGun), --de esos donde todos están en la sala, con la musiquita de los 80's y los bocaditos en la mesa-- solo habían un par de antisociales jugando MaxPlay en el cuarto, y eramos nosotros, jugando --en esa época-- Super Mario Bros. 1.

Antes de continuar, debo decir que aquel incidente jamás hubiera sucedido si no nos hubieran jodido la pita con el disco rayado de siempre : "¡Oigan! ¡Vengan para acá de una vez, que la fiesta no es en el cuarto sino en la sala! ¡Par de malcriados!"

Nosotros somos bastante tranquilos hasta que nos empiezan a meter la púa --sobre todo con algo que no queremos hacer-- y es ahí precisamente donde empiezan los problemas. Mi tía Liz, había tenido la maravillosa idea de amenizarnos la fiesta con una banda en vivo de rock, integrada en su totalidad por amiguitos del barrio de TopGun, pero a nosotros simplemente nos importaban un carajo todos los presentes. Fué así que llegaron Martín, Juan y Claudio. Tres pelotudos dispuestos a tocar las guitarritas para el delirio de las niñas. (entre ellas nuestras hermanitas menores)

TopGun y yo, ya habíamos decidido --unilateralmente, por supuesto-- que el concierto debía cancelarse, ya que no teníamos las mínimas ganas de escuchar huevadas, pero el tiempo insobornable corría contra nosotros, pues los muchachos ya estaban desempacando las guitarras para inciar el concierto.

En ese mismo instante, ví la luz al final del túnel, y decidí cargar con los cables eléctricos y plugs de las guitarras, y las trasegamos al cuarto de TopGun. --"Ya huevón, las tiramos por la ventana al contenedor de basura y de esto no se entera ni Dios"-- Pero no habíamos contado con que nosotros SIEMPRE vamos a ser los culpables, así que no era necesario que nos restregaran las pruebas en la cara, pues, obviamente, en la reunión no había otros hijos de puta más que nosotros dos, así que la culpa nos cayó directamente y sin trámites ni investigaciones.

Volvimos a la sala y el panorama era desolador e hilarante a la vez. Los dueños de las guitarras --con cara de circunstancias-- buscaban sus cables sin éxito, mientras que nosotros dos procedimos a acercarnos a la mesa de bocaditos a servirnos mazamorra, con la misma hipocresía de la araña, que, si está tejiendo, no es precisamente para confeccionarse una chompita.

Mi tía Liz nos miraba con una expresión asesina, pues, ya nos conocía y sabía perfectamente la clase de joyitas que eramos, además de ser los únicos seres que se reían a carcajadas ahogadas, con los vasitos de mazamorra en las manos. Se nos acercó, con la voz cargada de balas, y nos pidió que devolviéramos "inmediatamente" los cables, mientras nos prometía una fantástica paliza a escobazo limpio si no lo hacíamos. Naturalmente eso era imposible, porque los cables ya no los teníamos, así que se armó un quilombo de la gran siete, porque los dueños de las guitarras nos querían matar.

Al final nos mandamos mudar, --como era lógico, porque todo nos importaba un pito-- afuera del departamento a conversar con otros chicos del edificio, mientras mi tía Liz le daba su pedazo de torta a Martín para que no llore, mientras Claudio, tratándo de desconectar su guitarra, metió la mano al enchufe vulcanizándose las nalgas de un solo viaje.

Al final, continuamos con nuestra partida de MaxPlay, pero, ¿ Hacernos llegar tan lejos por un poco de paz y tranquilidad? ¡No hay derecho, digo yo!


lunes, febrero 13, 2006

"GUERRAS MARRÓNICAS RELOADED"

El fin de semana me encontraba plácidamente tirado como una araña peluda en mi cama, viendo películas, cuando me pasaron la voz de un tal "ocraM", que haciendo gala de una increíble mentalidad de vieja chismosa, había escrito un artículo sobre El Rincón del Lagarto.

Tengo que reconocer que tras haber leído su blog, tiene una que otra noticia interesante por ahí, aunque un poco carente de originalidad por cierto. Pero en fin, cada quien hace de su espacio lo que le da la gana.

El problema es que llegó tarde a la repartición de tickets, porque este bendito tema del "Racismo-Nazismo-Marrones" ya fué anteriormente tocado y criticado por otros borreguitos más, --que son los mismos retardaditos de siempre-- con la única salvedad de que ahora "ocraM", tuvo la peregrina idea de consultar tinterillos, instar a los lectores a reportar mi blog como "contenido potencialmente cuestionable" y, llegando al último estertor de la ignorancia, amenazar sutilmente con "aplicar el articulo 323 del código penal" o a los autores del blog, o a los directorios de blog peruanos. Al leer tanta estupidez junta, mis ojos no pudieron mas que llenarse de lágrimas (de risa, naturalmente)

Personalmente nunca he podido comprender como es que hay gente que se dedica a chismosear como vieja criticona de callejón. Yo supongo que este tipo de complejos viene desde la infancia, cuando se dan cuenta que siempre es más fácil acusar con notitas a los profesores, que ponerse los pantalones como varoncito que es, y tomar al toro por las astas y no dejarse lornear. Luego va llegando la pubertad (y al mismo tiempo es cada vez más pegado a la mamá) y van comprendiendo que tienen una afinidad por escribir, (y por ponerse ropa interior femenina, pero de esto no se entera ni María Santísima) y a la vez también les encanta el chisme y la alcahuetería, convirtiéndose en esos seres tan repugnantes que son los acusetes. Lo demás es historia: van a la universidad, estudian periodismo, donde algunos terminan de desarrollar lo que se conoce como "Síndrome de Urraca Correveidile", buscan un trabajito que les sirva de catapulta para este tipo de estupideces, y voilá... como resultante tenemos a uno de estos tipos.

No entiendo, si tantas ganas tenía de tratar el tema desde hace mucho tiempo, lo debió hacer, y no caer en la mediocridad de tocarlo cuando el asunto está más recalentado que calcetín de cartero, y tampoco caer tan cándidamente en las garras de la ignorancia, --siguiendo el fantástico consejo del "abogado-que-no-sabe-lo-que-dice"-- y no informarse antes (cosa que es el "101" de su profesión) de decir que "los directorios de blog nos promocionan"(?), dejando en claro, de esta manera, que, si hay alguien quien se deba llevar el premio mayor a la Idiotez Químicamente Pura, es él y no está dispuesto a dar tregüa por nada ni por nadie.

De todas maneras, "ocraM", te dejo un par de recomendaciones:

1.- Puedes marcar el flag cuando quieras, pero naturalmente, primero tienes que encontrar la barra de navegación en mi blog.

2.- Al asearte, procura no insistir en meterte el hisopo en la oreja cuando sientas que ya no puede entrar más, pues estos son los resultados.

A pesar de todo me pareces un tipo divertido y me has caido simpático, así que para ayudarte un poquito, te voy a linkear por aquí, pero tienes que prometerme que te vas a portar bien. :)