jueves, diciembre 22, 2005

"MILAGRO DE NAVIDAD"

Una de las navidades más divertidas que pasé, fué cuando vivía en San Luis, y mi vecino inmediato era el popular "Nano" o "Peter Segundo Monzón", que era el hijo del guardían de la construcción. Lo curioso de Nano es que era gringo.

Sí, gringo.

Bueno, gringo en el sentido que tenía el pelo semi-rubio y ojos pardos. El problema es que el pelo era de un color, más bien, como rayitos color "cucaracha de grifo" con pelo negro y los ojos eran exactamente los mismos que tenía mi perro. Años más tarde, Nano sería la sensación de las discotecas del Cono Norte, y, aunque hace muchos años que no lo veo, calculo que debe ser todo un "as" en bailar perreo, cantar reggaetón y ser el galán de las aceitunas. --Porque solo las encuentras en Los Olivos--

Pero volvamos a la Navidad.

Yo tendría algo de once años, y para ese entonces, las guerras de cohetecillos eran una de mis especialidades, así como reventármelos en la mano sin sufrir daño alguno, hacer "canchita" con los Rascapiés, lanzar Calaveras encendidas con una precisión de cirujano y usar los silbadores como misiles intercontinentales.

Ese veinticuatro de Diciembre, mi viejo había ido al centro y me trajo aproximadamente diecisiete toneladas de cohetes, es decir, tenía artillería como para enfrentar al barrio entero, sobre todo con las dos bombas nucleares nuevas, --cortesía de mi viejo-- llamadas "Ratablancas".

La batalla comenzó como a las 9:00pm, y yo, confiado en mi superioridad de armamento, decidí jugar al "gato y al ratón" con Nano, desperdiciando pertrechos de manera irresponsable, y logrando de esta manera que Nano --desde el balcón de su casa-- me acierte en la cabeza un cohetecillo que me rajó el tímpano como tambor de precisión y poner los pelos de punta a mi madre, que se encontraba en la casa, ya que el tiro entró por la ventana de mi cuarto y la acústica ayudó a que el sonido se duplicara en intensidad.

-"¿¡Oye Carajo, qué mierda pasa ahí!?" dijo mi viejo, con tal entusiasmo que parecía que el mismísimo Zeus se había molestado -"¡Trae para acá estas huevadas!" decía mientras yo veía con horror como se llevaba mi bolsa con todo mi arsenal, dejándome únicamente con una bolsita donde se encontraban las dos Ratablancas.

En ese momento mi cólera no conoció límites, y tomando de la bolsa una de aquellas bestias pirotécnicas, en menos de dos segundos me encontraba en la calle, con la resolución de terminar el enfrentamiento haciendo uso de mi máximo poderío militar. Así fué que encendí la Ratablanca y la lancé con todas mis fuerzas, desde la calle, mientras Nano huía despavorido --perseguido por una estela de luz chispeante-- al interior de su casa.

Lo siguiente que se escuchó fué una explosión cataclísmica, que dejó un panorama apocalíptico y desolador en el cuarto de Nano, que felizmente no llegó mayores, pues sólo se le incendió la cama, y le abrió un hueco en la puerta --por donde cabía una palta madura-- que, al menos, serviría de ventilación pues el calor del verano venía con fuerza.

La única salida que tuve, fué irme como alma que lleva el diablo al parque de la vuelta, donde estaban todos mis demás amigos del barrio y jurar por todos los santos que estuve ahí todo el tiempo, haciéndome totalmente el desentendido.

Y me funcionó, al menos, gracias al Niñito Jesús.

viernes, diciembre 16, 2005

"GO, JUBA, GO!"

Hace unos cuantos días atrás, me llegó el video del Sniper Iraquí, --conocido en los bajos fondos como "JUBA"--

Realmente es triste, antes de que me acusen de inhumano, ver como los soldados norteamericanos no son mas que patos en una galería del tiro al blanco, todo esto, claro está, gracias a que Juba cuenta con el apoyo popular, porque a los pobres gringos nadie los quiere ahí.

Por otro lado, me da gusto, ver que un pueblo no se deja pisar el poncho, ya que, si bien los pobres soldados gringos solo acatan órdenes, no tienen ABSOLUTAMENTE NADA QUE HACER AHÍ. Uno de los hechos más resaltantes del video, es que no importa cuánta tecnología tengan los norteamericanos; un solo francotirador, con paciencia y mucho buen humor, puede causar un revuelo en el gallienero de tal magnitud que paraliza a todo un escuadrón de tanques con una sola balita bien puesta en la cabeza de los artilleros de los M-1.

Nadie conoce a Juba. Nisiquiera su mamá. El tipo es un personaje legendario, conjuntamente con su rifle Tabuk (Un rifle Iraquí, basado en la Kalashnikov soviética, de 7.62mm) y realmente un tirador selecto.

Vean el video y juzguen ustedes mismos.

Click Aquí para acceder al video


viernes, diciembre 09, 2005

"EL PRIMER MARRÓN QUE ME BAJÉ"

Luego de rebuscar entre mis neuronas por un buen rato, me encontré con un evento que me llenó de nostalgia el alma, y me hizo sentir una congoja cálida en el corazón.

Corría el año 97, y digo corría porque en menos de lo que pensé, ya era Diciembre. Me encontraba por la Av. Roca y Bologna con Tomás Marsano, donde quedan unos blocks de color gris, y con muy poca iluminación, llamados "Conjunto Habitacional La Merced". Como en aquellas épocas era estudiante, y por lo tanto, no tenía un cristo en el bolsillo y vivía del aire, --como los fabricantes de ventiladores-- todas mis diligencias debían ser resueltas, como quien dice, a zapato limpio.

Una vez internado en aquella jungla de cemento, tan amigable como un ladrillo, decidí detenerme a descansar, y de paso, tomarme una inca kola helada, para refrigerar un poco el organismo que lo tenía ya bastante recalentado por la caminata.

Fué en ese momento, cuando una manchita de aproximadamente cinco marrones, se detuvieron exactamente frente a mí, y uno de ellos --al que reconocí-- llevaba un parche en la cabeza; Era "Bocha", el "líder" de una barra brava de la "U", conocida como "Los Plomos".

Ahora que lo recuerdo bien, el tipo no era más que un negro atorrante, con cara de cojudo, pero, en ésa época, realmente me atemorizó, sobre todo cuando dicha bestia empezó a caminar hacia mí, con la clarísima intención de preguntarme la hora, (que es justamente lo que hacen los rateros antes de tirarte el reloj) pero mi vista estaba fija en el parche que tenía en la frente, y que, según había escuchado vagamente, era producto de un accidente en carro, que al volcarse, el negro salió disparado unas cinco cuadras y tuvieron que recogerlo con espátula.

No lo pensé dos veces, y desenfundé mi "garra felina" (artefacto bastante útil en estos casos) y apunté directamente al parche de la cabeza, dejándolo como caballo fino (pura sangre) entre alaridos que sacaban roncha al tímpano y la mirada atónita de la concurrencia, que no se esperaban una reacción de ese tipo. Felizmente a Bocha, no le hice más que arrancarle los puntos de la cabeza, le hice perder tres litros de sangre y le dejé dos tajos extra, de recuerdo, que gracias a Dios, fueron sin llevarme el ojo derecho en el camino, porque de lo contrario hubiera tenido una denuncia de siete páginas en la comisaría.

Luego de establecer un nuevo récord, (cuatrocientos metros en cinco segundos) por suerte nadie me siguió; y borré por un buen tiempo esa calle de mis itinerarios.

Ese, digo yo, fué el primer marrón que me bajé.


viernes, diciembre 02, 2005

"Semanas del Averno" -**ACTUALIZADO**-

Debido a una auditoría infernal, --pues estoy seguro que a éste auditor lo envió el mismísimo Satanás--, que vino a interrumpir mis preciadas horas de sueño y mi dosis diaria de películas, --en el horario de 8:00am a 6:00pm-- y que me ha tenido más ocupado que cojo en campeonato de dominaditas, no he podido bloggear como debiera. Pero así son las circunstancias de la vida, y ya vendrá la hora de mi venganza.
Mientras tanto, los dejo con este link para que se diviertan un poco escuchándolo en el Windows Media Player.

hagan click en el link y esperen a que cargue el MP3, o bájenlo directamente... suban el volumen ¡y coménten!...