Una noche de sábado, nosotros salíamos de una discoteca. Fue entonces que parado en la puerta esaba el ex de Jen, mi actual ex (un poco enredado el asunto, pero bueno), quien dijo que quería hablar un rato con ella. Al verlo suplicante, le dije a mi ex que vaya y converse con él y arregle lo que tenga que arreglar, pero que no se demore, y la iba a esperar a prudente distancia.
Pasan un par de minutos y de pronto escucho:
- "¡Déjame!"
- "¡No!, ¡tu eres mi mujer!"
- "¡Déjame ir!" ... luego, en cuestión de un instante, veo claramente cómo el sujeto la golpeó de tal forma que la llevó a caerse sentada. Acto seguido la veo tirada en el suelo mientras su ex intentaba arrastrarla (y no creo que precisamente a su cueva...o tal vez sí).
Mientras sucedían aquellos vergonzosos e infortunados sucesos, dignos de los más trágicos culebrones venezolanos, decidí intervenir en el acto para detener la escenita que se estaba poniendo color hormiga. Voy hacia el auto y extraigo el bokken que siempre llevo conmigo para casos de contingencia en los que la única solución es la violencia.
- "Seguro me has dejado por él" , escuché exclamar al tipo, medio borracho y llorando a moco tendido, tanto así que mis ganas de reventarle la mitra y meterle el bokken por el orto aminoraron un poco al pensar en lo patético de su estado (y que quizá me manche de sangre la ropa), mientras otro "No tengo nada que hablar contigo, ¡déjame!" se dejaba oír mientras me acercaba a toda prisa.
- "Ya oíste a la señorita, ¡déjala ir en este momento!"
- "Tu...tu..... ¡ella es mi mujer!" , alcanzó a balbucear y la jaloneaba, mientras yo me acercaba amenazante.
- "Bueno, tú lo has pedido" , dije tranquilamente mientras le reventaba el bokken en la panza.
¡¡¡PFFFFF!!! se escuchó mientras el tipo se retorcía de dolor mientras seguía sujetando a Jen. Terco nos había salido el concha. Fue que atiné a descargarle otro certero golpe, esta vez en el brazo, que hizo que la soltara.
- "¡Conchatumadre, tú has arruinado mi vida!" gritaba sollozante en el suelo ... mientras yo miraba a Jen y le preguntaba si estaba bien, el tipo se quiso hacer el listo y sujetó el bokken con las dos manos, pretendiendo quitármelo.
- "¡Suelta eso, baboso!" le grité mientras el tipo intentó en vano golpearme en la cara, pero sus golpes fueron tan misios que en realidad ya no quería pegarle más... pero la situación obligó a que siga recibiendo su lección, fue entonces que atiné a meterle una patada en la 'genitalia' con una de mis botas.
- "¡Agghh!" , y el tipo cayó desplomado en el suelo retorciéndose.
- "Vámonos de acá, súbete al carro" , le dije a Jen mientras le abría la puerta. Y me aprestaba a subir cuando el tipo se levanta otra vez pero en esta ocasión, gente de un grupo que estaba chupando chelas al lado de su 4x4 lo agarraron mientras el tipo gritaba incoherencias. Mientras esto último, nos largamos de ahí.
Y bueno, esa fue la última vez que el tipo se nos apareció. Esa noche me convertí en héroe, garché, y encima me bajé a un marrón en el proceso.

Bokken.
-
Herr Hauptmann.