En una linda mañana de verano, durante mis vacaciones de colegio de 5to. Grado de primaria, decidí salir a dar una vuelta por el barrio para ver qué novedades habían, pues en mi casa me aburría, más o menos, como actualmente me aburro en la oficina. Claro que, valga la acotación, antes no había DvD, ni Internet, ni nada de esas cosas que ahora me saca temporalmente (mas o menos ocho horas) del aburrimiento diario, para entretenerme sanamente.
En ese entonces, tendría unos diez años de edad, pero ya era un completo "concha su madre", según escuché vagamente un día, en una conversación entre dos viejas, vecinas del barrio.
Iba caminando de lo más bien, disfrutando de aquellos rayos solares matutinos, y dirigiéndome al parque, para buscar algunos amigos, cuando, justo antes de voltear la esquina para iniciar nuevas aventuras, me encuentro con dos amigos: Alter y Cesitar.
Ambos, conversando de lo más animosos frente a una casa, me pasaron la voz:
-"Oe, ven un rato...¿te atreverías a tirar un tacle a ese garaje?" -me dijo Cesitar
-"Puta, no sé, oe... pero mejor los tres a la vez, para que suene más fuerte" -dije como quien descubre la pólvora
-"¿y si sale el tío de la jato?" -dijo asustado Alter
-"¡Como las huevas, no seas rosquete!... ya, tomamos vuelo y le damos con todo... uno... dos... ¡tres!... ¡corran mierda!" -dije
Así, a la voz de "tres", partimos a toda velocidad. Como yo era el más alto, llegué primero que todos... me elevé y le metí una patada voladora sensacional, mientras los otros dos, llegaban tras de mí, tocándole al dueño de la casa un concierto de bombo gratis, contra la puerta de su garaje. Corrimos por un pasaje, que desembocaba en una bodega, y, de lo más campantes, entramos a comprar gaseosas, dando por terminada la diligencia anterior.
Todo iba de lo más bien; yo conversándole a los dos amigos míos, --que los tenía frente a mí-- cuando veo que las expresiones de sus rostros cambiaron de la sonrisa burlona a una mueca que ya la quisiera Frankenstein. Luego, y antes de que yo pudiera decir nada, ambos emprendieron al retirada a todo vapor, a la vez que yo sentí un tirón en el brazo.
-"¡Óyeme, muchacho de miércoles!" -me dijo el dueño del garaje, mientras me sacudía de tal forma que se me aflojaron las medias- "¡ya te jodiste, mierda, te voy a llevar a la comisaría por vándalo, se ha caído la puerta de mi garage, me la han roto!"
Debo reconocer que para tener diez años, (edad en la cual, cualquier niño se hubiera hecho la pichi en los pantalones) reaccioné de la manera más fría del mundo, pues, ante las perspectiva de un sonoro cachetadón de mi viejo que me pondría la cabeza giratoria tres días, un castigo de por lo menos dos semanas, mas los sustos respectivos, lo único que atiné fué a mirar a los ojos al señor, y decirle de la manera más seca:
"Disculpe señor" -le dije mientras retiraba dignamente su mano de mi brazo- "creo que Ud. se ha equivocado conmigo. Yo recién llegué a tomarme una gaseosa y me encontré con mis amigos, y estábamos conversando; de verdad que me parece la peor malacrianza lo que le han hecho, así que, por favor, venga conmigo que le voy a enseñar donde viven" -todo esto con la cara más cínica del mundo.
El tipo me quedó mirando desconcertado, mientras yo me reía para mis adentros, pues estos miserables me habían abandonado a mi suerte, sin siquiera tener la delicadeza de avisarme que el viejo venía exactamente atrás mío, lo pensé bien, lo analicé desde todos los ángulos posibles, --como hacen los que inspeccionan su auto justamente después de que le reventaron todas las lunas y le tiraron hasta el cenicero-- y al final llegué a una decisión irrevocable: Que se jodan por maricones.
El señor me llevó, o mejor dicho, yo lo llevé a las casas de César y Alter, para que conversara con sus respectivos padres. Pasada la conmoción, el viejo me llevó a su casa, me invitó una limonada y me compró un helado, despidiéndose de mí con unas palabras inolvidables:
-"Gracias muchachito, ojalá hubieran más chicos como tú, te lo agradezco, y cualquier cosa, no dudes en contar conmigo"
Al día siguiente, me encontraba nuevamente en el parque, agarrándome a pedradas con el hijo del guardían de la construcción, --quien francamente ya me tenía aburrido con sus idioteces diarias-- cuando César y Alter (cuyas casas quedaban, una exactamente junto a la otra) me miraban tristemente desde las ventanas de sus cuartos.
Esa noche, --considerando que estaban castigados un mes, porque la gracia del garaje les costó como el culo a sus viejos-- decidí reventarles los timbres de sus casas, pues --al menos yo-- no los iba a tocar durante un buen tiempo, y además para que aprendan que la vida es dura, y que con los maricones no hay perdón que valga. ¡Habráse visto, carajo!.
En ese entonces, tendría unos diez años de edad, pero ya era un completo "concha su madre", según escuché vagamente un día, en una conversación entre dos viejas, vecinas del barrio.
Iba caminando de lo más bien, disfrutando de aquellos rayos solares matutinos, y dirigiéndome al parque, para buscar algunos amigos, cuando, justo antes de voltear la esquina para iniciar nuevas aventuras, me encuentro con dos amigos: Alter y Cesitar.
Ambos, conversando de lo más animosos frente a una casa, me pasaron la voz:
-"Oe, ven un rato...¿te atreverías a tirar un tacle a ese garaje?" -me dijo Cesitar
-"Puta, no sé, oe... pero mejor los tres a la vez, para que suene más fuerte" -dije como quien descubre la pólvora
-"¿y si sale el tío de la jato?" -dijo asustado Alter
-"¡Como las huevas, no seas rosquete!... ya, tomamos vuelo y le damos con todo... uno... dos... ¡tres!... ¡corran mierda!" -dije
Así, a la voz de "tres", partimos a toda velocidad. Como yo era el más alto, llegué primero que todos... me elevé y le metí una patada voladora sensacional, mientras los otros dos, llegaban tras de mí, tocándole al dueño de la casa un concierto de bombo gratis, contra la puerta de su garaje. Corrimos por un pasaje, que desembocaba en una bodega, y, de lo más campantes, entramos a comprar gaseosas, dando por terminada la diligencia anterior.
Todo iba de lo más bien; yo conversándole a los dos amigos míos, --que los tenía frente a mí-- cuando veo que las expresiones de sus rostros cambiaron de la sonrisa burlona a una mueca que ya la quisiera Frankenstein. Luego, y antes de que yo pudiera decir nada, ambos emprendieron al retirada a todo vapor, a la vez que yo sentí un tirón en el brazo.
-"¡Óyeme, muchacho de miércoles!" -me dijo el dueño del garaje, mientras me sacudía de tal forma que se me aflojaron las medias- "¡ya te jodiste, mierda, te voy a llevar a la comisaría por vándalo, se ha caído la puerta de mi garage, me la han roto!"
Debo reconocer que para tener diez años, (edad en la cual, cualquier niño se hubiera hecho la pichi en los pantalones) reaccioné de la manera más fría del mundo, pues, ante las perspectiva de un sonoro cachetadón de mi viejo que me pondría la cabeza giratoria tres días, un castigo de por lo menos dos semanas, mas los sustos respectivos, lo único que atiné fué a mirar a los ojos al señor, y decirle de la manera más seca:
"Disculpe señor" -le dije mientras retiraba dignamente su mano de mi brazo- "creo que Ud. se ha equivocado conmigo. Yo recién llegué a tomarme una gaseosa y me encontré con mis amigos, y estábamos conversando; de verdad que me parece la peor malacrianza lo que le han hecho, así que, por favor, venga conmigo que le voy a enseñar donde viven" -todo esto con la cara más cínica del mundo.
El tipo me quedó mirando desconcertado, mientras yo me reía para mis adentros, pues estos miserables me habían abandonado a mi suerte, sin siquiera tener la delicadeza de avisarme que el viejo venía exactamente atrás mío, lo pensé bien, lo analicé desde todos los ángulos posibles, --como hacen los que inspeccionan su auto justamente después de que le reventaron todas las lunas y le tiraron hasta el cenicero-- y al final llegué a una decisión irrevocable: Que se jodan por maricones.
El señor me llevó, o mejor dicho, yo lo llevé a las casas de César y Alter, para que conversara con sus respectivos padres. Pasada la conmoción, el viejo me llevó a su casa, me invitó una limonada y me compró un helado, despidiéndose de mí con unas palabras inolvidables:
-"Gracias muchachito, ojalá hubieran más chicos como tú, te lo agradezco, y cualquier cosa, no dudes en contar conmigo"
Al día siguiente, me encontraba nuevamente en el parque, agarrándome a pedradas con el hijo del guardían de la construcción, --quien francamente ya me tenía aburrido con sus idioteces diarias-- cuando César y Alter (cuyas casas quedaban, una exactamente junto a la otra) me miraban tristemente desde las ventanas de sus cuartos.
Esa noche, --considerando que estaban castigados un mes, porque la gracia del garaje les costó como el culo a sus viejos-- decidí reventarles los timbres de sus casas, pues --al menos yo-- no los iba a tocar durante un buen tiempo, y además para que aprendan que la vida es dura, y que con los maricones no hay perdón que valga. ¡Habráse visto, carajo!.
16 comentarios:
jajjajajajja que buenaaaa!
Qué buen concha su madre carajo.
Gracias KAT; nunca me habían dicho algo tan lindo en mi vida desde que, --de casualidad, aunque no me crean-- se me reventó una rata-blanca en la caja de luz de toda la manzana de mi barrio, y los vecinos pusieron un precio altísimo a mi captura.
Dragón: Claro que me acuerdo. Recuerdo que estábamos en plena batalla de piedras, como los machos, osea, sin protección alguna, contra "EL RICHARD", que vivía en la construcción, cuando su viejo llegaba, y claro... desde su perspectiva, el cuadro era de "dos chibolos de mierda tirando piedras a mi casa"
El tío se vino como locomotora de sierra, con una correa de dimensiones asombrosas, con una hebilla de esas que dicen: "S" "R" "L", o cualquier letra con la que empiece el nombre del dueño por lo general.
Si no me decías "¡¡GUARDAAA!!", no la contaba, por que la hebilla me pasó zumbando las orejas, llenándome de un entusiasmo sensacional de salir volado de la escena.
Realmente, como hay gente que no valora el hecho de divertirse sanamente, sin drogas ni las cojudeces que hay ahora.
"...me encontraba nuevamente en el parque, agarrándome a pedradas con el hijo del guardían de la construcción..."
JAJAJA! esa me pareció buena. Me acuerdo de las épocas en que reventaban los timbres con "Calaveras" y "Ratablancas". Una vez un amigo se tiró un intercomunicador (en esa época eran fichazos y recontra caros) con 4 ratablancas, una en cada esquina. ¡¡¡BOOM!!!
Y si, no drugs involved.
De nada Lidzarcito.
A través de tu escritura puedo inferir la honda ternura que emanan tus ojos
_-_°
^_^
jajaja como no hay mas concha su madre's como tu en la sociedad...es lo q se necesita para erradicar a los maricas delatores.
Ja! ese parque... esa reja... esos chibolos con-ch viejos recuerdos, no?????? Q bonito! me reventaron la reja (TÚ TAMBIÉN chibolo de m...) encima q te invité limonada!!, ahora me doy cuenta q me tomaste el pelo carajo!.. nunca se sabe con uds! Espera que te encuentre! Así me invitas unas chelas hijo! jajaja
bueno, a parte de esos recuerdos, ahora anecdóticos... me parece de puta madre lo q hiciste! Eres muy astuto y pendejo! Pero así es la vida... del q sabe torear las dificultades más pendejas. Fuera con los cabros esos q no te pasaron la voz... xq sino, te hubiera reventado a patadas!! jajjaa
vez?
alvaro te ha dicho cositas más bonitas.
Todos te queremos :D
Oe, no eres pariente de Genaro? :P Jajaja! Porque eso es tener concha pero reforzadaza. Jajaja! encima te tomaste su limonada. Que bueeena!
¿entendi bien tu historia?
1) ¿tu fuiste con el viejo de la reja a acusar a tus dizque "amigos" y ellos no dijeron que tu tambien habias participado en la aventura?
ah que pendejos tus "amigos" y/o los adultos involucrados... (aca pendejos significa estupidos y/o retrasados mentales)
A tus amiguitos tendrian que haberlos castigado el triple, una por vandalos, otra por dejar a un amigo en apuros y otra por pendejos...
2) ¿fuiste con el viejo a su casa y te tomaste el refresco y el helado que el te dio? ¿estas absolutamente seguro de que no era algun peligroso pedofilo que te llevó a su casa con perversas intenciones y te administro alguna droga mezclada con las golosinas?
¿que tu mami no te dijo nunca que no debias ir con desconocidos a lugares ajenos?
¿No seria que el viejo te quiso cobrar la reja a ti de otra manera?
¿estas absolutamente seguro de que en ningun momento cerraste los ojos?
mi pobrecito lizzy... a los diez años, por mas cabrón poca-madre que se crea ser, los niños no dejan de ser criaturitas inocentes y sin malicia alguna, incapaces de sospechar la maldad ajena...
(ja,ja,ja,ja)
Y por ultima: eso no lo cuentas en tu historia, dinos, ¿que paso luego entre Cesar, Alter y tú cuando acabó su castigo? siguieron siendo cuates como si nada o ellos trataron de desquitarse de ti por haberlos denunciado?
Bueno, ya nos contarás...
y sabes que? algo me dice que en el fondo de tu negro corazoncito, aun sigues siendo el mismo chiquillo travieso e inocentón a pesar de tus infulas y pretensiones de "concha-tu-madre/ jijo de la chingada"
que Santa Rosa de Lima y San Martin de Porres te conserven asi...
¡saludos!
Franc: Es en esos momentos donde tienes que actuar con sangre fría. Caballero, era eso, o la comisaría.
Luna: Paso a contestarte punto por punto:
1: Ellos no pudieron decir nada, pues no estaban en su casa en ese momento, solo los padres.
2: No, el tío se notaba que era buena gente. Además, era un vecino conocido.
3: Claro que me lo dijo... Así como también me dijo que no haga malacrianzas... peeeero...
4: Jajaja, si, estoy seguro.
5: Bueno, obviamente los convencí de que el tío me había torturado hasta sacarme la verdad. Pero no pudieron decirme mucho por que ellos sabían que habían actuado de forma deshonesta.
Así que tu fuiste el delator ChtMdr! , ese es un trauma que nos persigue hasta el día de hoy!.
esos recuerdos... ay lizard!! si no te conocere... casi casi como si fueras mi hermano jajajaja... y lo peor de todo es que puedo dar fe de tooodas estas historias!!! o al menos de la gran mayoria... claro q no comparto algunas cosas... pero bueno q puedo hacer... de los dos yo soy "la buenitta" jejejeje :):):)
bueno nunca firme... pero la verdad q esta mostra la pagina siempre que la leo en las noches me cago de la risa... siempre la leo antes de dormir... saludos a todos los integrantes!!! y...
"sigan asi.. los quiero.. nunca cambien...son de la conchasumadre" :S:S:S
ya prontito nos vemos... TE QUIERO MUCHO!!
ajjajajaja
me hece recordar a mi niñez junto ami hno cuando haciamos eso y mucho mas.
muy buena y como dicen la viejas d etu texto: "un completo "concha su madre" "
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